El 2022 ha sido testigo de una gestión fuertemente perjudicial para las empresas públicas y para una mirada centrada en los derechos de las grandes mayorías con relación a las políticas públicas de las que dichas empresas constituyen instrumentos de capital importancia. Estos sectores han sido teatro de las grandes orientaciones políticas del Gobierno actual que marcan un contraste insoslayable con los 15 años de gestión, administración y gobierno de parte del progresismo.
Los ejes fundamentales son el intento de privatización, mediante ingeniería jurídica y económica del siglo XXI de las empresas públicas, una gigantesca traslación de recursos y riqueza desde los sectores populares y pequeñas empresas hacia los grandes conglomerados económicos nacionales y trasnacionales y el abandono de la centralidad de los derechos de carácter universal en el diseño de las políticas sectoriales.
En esas líneas de análisis, subrayamos algunos acontecimientos y decisiones políticas que han marcado un año que entrará en la Historia como uno de los más regresivos en términos de derechos y desarrollo nacional...